Escuchá y Disfrutá


MusicPlaylistRingtones
Create a playlist at MixPod.com

Personajes de Disfrazados por el Amor

lunes, 18 de enero de 2010

Capitulo III "El viaje"

Tomé un baño rápido, y cuando salí ya no tenía energías para secarme el cabello, así que me tiré a la cama con la bata puesta y aún mojada; había hecho muchas cosas durante el día y me habían dejado agotada. A la mañana siguiente me despertó el ruido del despertador a las 5 a.m, pero cuando estiré mi mano a la mesa de noche para apagarlo, no estaba; me incorporé de golpe en la cama y traté de recordar donde lo había dejado, y fue cuando vi las valijas en el suelo -despistadamente lo había guardado la noche anterior-. Abrí la valija y lo apagué, rutinariamente me fui al baño, y como me había acostado con el cabello mojado, había amanecido con ondas, así que lo recogí en una coleta alta para que cayera en forma de cascada; me cepillé los dientes y me lavé la cara. Me saqué la bata y me puse la ropa que ya tenía preparada, guardé la bata y me fui a la cocina, me preparé unas tostadas y ya tenía jugo de naranja natural fresco.
Cuando terminé lavé las cosas, las sequé y las guardé rápidamente en la valija correspondiente. Llamé botones para que las llevara abajo, como yo llegué antes que él me apresuré a pedir un taxi; no esperé mucho hasta que llegó. Saludé al Sr. Gesfil desde la puerta y entré al asiento trasero mientras el conductor metía mis valijas en el porta equipaje.
-A dónde? -preguntó cuando subió.
-Al aeropuerto LAX por favor
-OK –contestó simplemente.
-Por suerte nos tocó un día sin tráfico -dijo Melody, mi otra personalidad.
-Si, es una suerte. El tráfico ayer estaba horrible -contestó el conductor
La cosa es esta, yo sufría de una enfermedad llamada TPM (Trastorno de Personalidad Múltiple) debido a acontecimientos pasados, mi mente creó otra personalidad que me ayudó cuando atravesaba ese problema. Lamentablemente aún no sabía que problema era ese. Cuando estábamos avanzando con mi psicólogo, me vine a L.A. Y así Melody se apoderó del ambiente hasta que llegamos al aeropuerto, no es que ella no me agrade, todo lo contrario. Era bastante alegre y amable, yo en cambio, era alegre, carismática y sociable, pero no con extraños como ella; y mi gran defecto: era un poco demasiado vanidosa y sínica.
En fin, cuando llegamos yo volví a tomar el control de mi cuerpo, y vi al chico bastante ilusionado, Melody debió haber sido más amable de lo que debería haber sido. Ambos bajamos del auto y esperé a que me diera mis valijas. Le pagué con un billete de 20 y me fui dándole les gracias, puedo decir que el tipo estaba desilusionado, tal vez pensó que le daría mi número o algo así. No me detuve en los negocios, fui directo a la plataforma donde aterrizaría mi vuelo. Pasaron 5 minutos y mi vuelo apareció en 1er lugar en el panel de vuelos puntualmente a las 6 a.m
Fui una de las primeras en subir, me acomodé en el asiento colocándome el cinturón y cerré los ojos, deseando que para cuando los abriera ya me encontrara en New York. La azafata anunció que el vuelvo había despegado perfectamente, entonces me di el lujo de relajarme; al principio pensé en dormir, pero luego sentí curiosidad.
-Quieres decirme que le dijiste al conductor? -Le pregunté a Melody en mi mente.
-Oh, nada especial. Solo que me parecía lindo y que si volví a L.A me gustaría salir con e
-Estás loca eh? -dije bromeando. Prefería reírme por eso a enojarme.
-Tal vez. En eso nos parecemos -dijo segura de si misma.
-Seguro que si.
Fue lo último que le dije, podía serlo a veces, pero o soportaría SUS locuras; eran peores que las mías, o en realidad, mas extrañas. Me desperté cuando faltaban 20 minutos para llegar, y por una extraña razón, me sentía nerviosa o ansiosa, y cuando me di cuenta, estaba chocando mis dedos nerviosamente contra el asiento. Como la señal de "permanecer en sus asientos" estaba apagada, me levanté y fui a buscar a la azafata.
-Que desea Srta? -me preguntó amablemente con una sonrisa. No se cansaban de ser tan amables y sonreía todo el tiempo?
-Un vaso de vodka por favor. -ella me miró de arriba a abajo sin ocultar su sonrisa burlona.
-Disculpa, pero solo servimos bebidas alcohólicas a mayores de 18 años
-Yo tengo 18 -dije rápidamente a la vez que sacaba un documento muy bien falsificado para ocasiones como estas, o para sacar un boleto en avión a N.Y. Era un día feriado, y las comisarías no estaban abiertas cuando encontré el documento en la calle. Busqué a su propietario por los lugares cercanos, pero fu en vano.
-Oh, está bien -dijo al momento que me entregaba el documento.- vaya a su asiento y en seguida le llevaré el vaso.
-Muchas gracias -dije antes de dar media vuelta e irme a mi asiento. En menos de 5 minutos ella me llevó la bebida.
-Aquí tiene Srta.
-Muchas gracias
-Se le ofrece algo más?
-No por ahora, gracias.
Ella se retiró y yo tomé el vodka de un solo trago -para tener 16 años, había experimentado bastante con el alcohol, pero nunca llegué en malas condiciones a mi casa- Los minutos restantes estuve tranquila en mi asiento, y cuando anunciaron que estábamos ya en N.Y una enorme sonrisa cruzó mi rostro. Pegué mi cara a la ventanilla y vi la Estatua de la Libertad, tan majestuosa como siempre; los millones de autos de color amarillo que gobernaban el tránsito...Al fin estaba de regreso.

Autora: Prii.- (Abril)

No hay comentarios:

Publicar un comentario