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Personajes de Disfrazados por el Amor

martes, 19 de enero de 2010

Capitulo II - Acosado

No estaba seguro de si el viaje había durado poroc tiempo o si había dormido las 4 ahoras que duraba, de todas formas tampoco me importó. Parpadeé un poco hasta que mis ojos se acostumbraron a la luz, y cuando miré a mi derecha vi a una chica de mi edad, morena de ojos celestes, linda, pero no era la chica que me había enamorado. No me malinterpreten, que no haya encontrado a mi bailarina, no significa que no haya estado con una chica dusrante este tiempo, desde que fui a Londres había estado con muchas, pero nunca había sentido por ellas algo más que cariño o amistad.
-Hola -dijo ella con una sonrisa mientras colocaba un mechon caido de su recojido dentrás de su oreja.
-Hola conetesté con una sonrisa cortés.
-Al fin despiertas -dijo divertida- dormiste desde que el avion despegó.
-Si bueno...tuve una mala noche -traté de ser un poco cortante.
-Bueno, espero que te sientas mejor -le sonreí obligadamente-. Y dime, como tem llamas? -esta chica no entendía indirectas.
-Taylor
-Audrey -dijo mientras extendía su mano contra la mia. Yo la tomé por cortesía- Valla! Tienes manos muy suaves
-Gracias
Estuvo a punto de decir algo, pero la voz en el altavoz la cortó, aunciando que aterrizaríamos en la pisa; me abroché el cinturón y me concentré en mi bailarina -si prestaba atención a la turbulencia me desmayaría-. Seundos después todos se levantaban para bajar sus valijas y salir del avión; primero fui al baño para no tener que soiportar a mi acosadora, y cuando vi que bajó fui por mis cosas y tamién bajé. Todo iba bien hasta que entre al hall, traté de esconderme pero ella ya me había visto.
-Hey Taylor! -dijo cuando estuvo más cerac de mi- me preguntaba, si no estás ocupado, si quisieras que vaymos a tomar algo.
-De hecho, si estoy ocupado. Lo lamento, no creo que puedo -ella ni si quiea se molestó.
-Ok, no te preocupes -dijo mientras sacaba una pequeña tarjeta dle escote de su remera, supuse que la había sacado de su sostén-Toma, cuando te desocupes llámame
-Oh por Dios! Esta chica ya me estaba molestando. Debo terminar esto ahora. -Pensé.
-Escucha Audrey -dije mientras corría la tarjeta hacia su lado- no puedo resivirla. La verdad, tengo novia, y no creo que le guste que salga con otra.
-Oh, bueno. No te preocupes.. -ahora se veía nerviosa o más bien apenada- fue un malentendido -dijo con una sonrisa falsa- Disfruta New York.
-Tú igual
Ella se fue y yo seguí de largo buscando a alguien que me llevara al depertamento de mi padre, pero me sorprendió y alegró al verlo a él esperando en uno de los muchos asientos; cuando me vio se puso de pie y me saludó con la mano. Yo le devolví el saludo y fui a donde él se encontraba. Cuando estuvimos en frente el me abrazó y me palmeó la espalda, y yo le devolví el abrazo.
-Me alegro de verte hijo -se notaba la alegría en su voz.
-También yo papá. Te heché de menos.
-Lo se hijo, para mi tampoco ha sido fácil, pero era necesario en el momento.
-No te preocupes, lo entiendo.
Le dije minetras nos encaminábamos ahcia el exterior del aeropuerto.En la calzada vi un auto, y que auto! Era un BMW X6 negro, con vidrios polarizados y llantas modificadas.
-Wow, que auto! -dije pensando en voz alta.
-Gracias hijo -dijo con una sonrisa. Me constó entender el mensaje.
-Es tuyo?!
-Si, cuando el trabajo mejoró me permití comprarlo.
-Es genial papá! -lo felicité- Me dejarás conducir? -le pregunté emocionado.
-Tienes tu permiso?
-Mierda! No pensé que me la pediría -Pensé.
-La dejé en Londres -dije algo enojado.
-Entonces para otra ocación -se burló. Subió mis cosas a la parte de atrás, yo subí al lugar del coopiloto y el se acomodó del lado del conductor.
-Y, te divertiste en Londres? -me preguntó mi padre durante el camino.
-Si, lo sificiente para estar calmado un tiempo mientras esté aquí -ambos reímos.
-De acuerdo, me alegro que la hayas pasado bien? Y como está Jannine? -preguntó por obligación.
-Está bien -me limité a responderle. A él no le gustaba menos que a mí lo que ella hacía.
Llegamos al Hotel "El Plaza", un hotel de 5 estrellas ubicado en la 5ta Avenida, había pasado muchas veces por ahí antes, pero nunca imaginé que algún día viviría allí. Como antes, me sorprendió lo grande y magnifico que era. Saqué mi equipaje que eran dos valijas y me dirigía a la opuert, el portero abrió y me dio la bienvenida al Plaza; realmente podría acostumbrarme al lugar. Le agradecí y seguí caminando al centro de la recepción a esperar a mi padre, traté de ocular mi asombro, pero creo que no funcinó. Cuando giré para seguir viendo el lugar, vi un rostro familiar pero no agradable, para mi suerte y desgracia, Audrey también se alojaría aquí; traté de ocultarme nuevamente, pero sin éxito.
-Taylor? -preguntó mientras me hacía girar por el hombro- Wow, que sorpresa! -dijo con una enorme sonrisa.
-Si, eso creo.
-Que...raro. Me estas siguiendo -cromeó.
-No, puras coincidencias -dije cortante, pero ella no lo notó. En ese momento, y gracias a Diosa, apareció mi padre.
-Tyalor, este es nuestro departamento, aquí tienes una llave, trata de no perderlo -eso lo decía porque yo era sumamente despistado-. Yo ahora debo irme, sucedió algo en el laboratorio.
-No hay problema -me di cuenta que él se había percatado de la precencia de Adrey entonces los presenté- Papá ella es Audrey, Audrey el el mi padre Aaron Tenison.
-Un gusto jovencita -dijo él amablemente.
-Igualmente
-Ya se conocían? -Preguntó mi padre.
-Algo así -se apresuró a contestar Audrey.
-Que bueno! Tal vez puedan pasar un tiempo juntos en lo que yo vuelvo del laboratorio
-Demonios! -Pensé.
-Si calro! Sería fantástico -obviamente aprovecharía esta oportunidad, pero yo no le daria paso.
-De hecho papá -dije dándole la espalda a Audrey- Ahora pensaba ir a ver a Emil, me mando un sms diciéndome que si estaba en su casa -dije guiñándole un ojo.

-Oh si! -dijo mi padre rápidamente- Lo comentaste en el auto -por suerte disimuló muy bien.
-Oh bueno, quedará para otra ocación supongo. Nos vemos luego Taylor, un gusto Sr. Ténison -dijo ella mientrás daba media vuelta.
-Igualmente -él espeó a que ella estuviera mas o menos lejos- Que fue eso? -preguntó tratando de parecer serio.-La conocí en el avión y no dejó de acosarme. Y al parecer hice algo malo, porque el cielo me castiga haciéndo que ella también se aloje aquí -dije molesto, con lo cual mi padre se hechó a reír.
-Bueno Taylor, debes vivir con ellos. Ahora si debo irme. Hay comida en la nevera si quieres comer, y tu cuarto ya está preparado, o al menos la cama.
-Muy bien, no te preocupes. Ve al trabajo, yo me acosaré a dormir.
-Pensé que los ingleses despertaban a esta hora -se burló.
-Si bueno... -dije pasando mi mano por el cabello- nunca me llegué a acastumbrar al cambio de horario, así que no habrá ninguna diferencia -dije encojiéndome de hombros.
-Está bien, como quieras -dijó el riendo despacio.
-A propósito, cuando comienzo las clases? -pregunté sin ánimos.
-En dos días, ya te matriculé, pero puedes ir mañana a retirar tu horario.
-Seguro. Nos vemos -le dije mientras tomaba mis valijas y daba media vuelta a las ascensores.

Autora: Prii.- (Abril)

lunes, 18 de enero de 2010

Capitulo I "La bailarina"

Taylor POV

Ya me había cansado de Londres, había pasado un año y medie y aún no me acostumbraba al cambio de horario, eso sin mencionar a mi madre. Aunque ella era la persona que me dio la vida y todo lo demás, no soportaba su actitud, no me gustaba que intentara "corregirme" luego de no haber estado conmigo durante 14 años. Venir a Londres obligado por mi padre, había sido mi peor error.
Entonces decidí volver a New York con mi padre. Era la hora del crepúsculo y mi madre no estaba, así que fui al aeropuerto para sacar un pasaje a USA. Cuando terminé y llegué a mi casa era de noche, y mi madre seguí haciendo de "acompañante", así que fui a la casa de mi amigo para despedirme.
-Hey T -como me llamaban ellos- estás seguro de esto?
-Si Marck. No aguanto más estar en esa casa, es una locura y... mas que humillante.
-Escucha, se que es difícil, pero es tu madre, debes aceptarla como es.
-Y lo hago Marck, lo hago! Lo que no acepto es su "trabajo". Solo a ella, bueno no solo a ella, pero, como se le pudo haber ocurrido vender su cuerpo para ganar dinero fácil?! -el enojo y la frustración se apoderaron tanto de mi que ahora gritaba.
-Calma hermano, calma. Como ya te dije, es difícil, pero ella tomó la decisión, nadie la obligó.
Si, y eso es lo peor -dije un poco más calmado. No gritaba pero tenía ganas de golpear algo o a alguien- Pero tienes razón, fue su decisión. Le ofrecí mi ayuda, papá también lo hizo y ella se negó. Aquí termina todo.
-Está bien T, es tu decisión y sabes que te apoyo.
-Gracias hermano -dije dándole la mano y chocando los hombros-. Te conviene ir a New York -ya había dejado el tema de mi madre por ahora.
-Seguro! Además recuerda que aquí ya terminamos las clases, pero tú tendrás que empezar de nuevo -dijo el entre risas, o más bien carcajadas.
-Si eso apesta -dije yo riendo.
-Y ahora que vas a "empezar de 0"...buscaras alguna chica? -dijo con un tono burlón, pero sabía que estaba serio.
-No lo se hermano... -dije algo triste- Alguna vez te conté de la bailarina?
-Que bailarina? -preguntó algo divertido por el nombre.
-Una chica que conocí en un baile de disfraces en mi escuela en USA. Iba disfrazada como bailarina de los '70, con una camisa blanca ceñida a su cuerpo, una pollera a cuadros rosa con líneas blancas hasta las rodillas, y unas zapatilas blancas.
-Wow! Realmente la escaneaste hermano -dijo bromeando, aunque yo estaba serio.
-Hermano, recuerdo todo de ella, ni podría olvidarme de ella, ojos grandes y hermosos e un color verde, cabello rubio y lacio con algunas ondas, y probablemente medía 1,50.
-Y...que pasó? -Preguntó ansioso.
-Bailamos una canción, ella solo me había dicho que solo bailaría una, y luego nos fuimos a sentar. Ella me preguntó quien era pero no se lo dije, luego intentó quitarme el antifaz pero tampoco la dejé... -y volví a verla, sus ojos verdes brillaban con las luces, yo estaba encantado con ella. Más bien, ella me había encantado- Nos miramos por unos segundos, y no pude resistirme más, la besé...y ella no se negó, así que tampoco yo lo hice. Luego comenzó a llover y se apagaron las luces, la llevé adentro y allí nos encontramos con un migo suyo. Yo quería estar con ella hasta que se fuera, pero me llamaron para ayudar con la electricidad y le pedí al chico que me fue a buscar que escribiera una pequeña nota para que se la dejara y me fui a ayudar.
-Pero...por qué no le dijiste tu nombre?! -preguntó Marck confundido.
-No lo se hermano, soy un idiota. Y lo peor de todo, es que al otro día tuvo que venir a Londres y... -él me interrumpió.
-Espera, espera, espera... -hizo una pusa- estás diciendo que ella no supo tu nombre ni tú el de ella?
-Así es Marck -dije mientras tomaba un cigarrillo y lo prendía.
-Confirmado Taylor, eres un gran idiota. -Yo solo quedé callado, viendo como el humo del cigarrillo desaparecía- Pero si la vieras sin el disfraz, la reconocerías?
-Absolutamente -dije sin dudar- no podría olvidar nada de ella -sonreí de repente- ni si quiera su altura, su forma de bailar...antes de bailar con ella, la vi bailando One more Time*, y créeme Marck, lo hacia bien. -sonreí aún más.
-Bueno, si no la reconoces físicamente, aún te queda eso.
-Eso creo...
Me despedí de Marck y me fui a casa, estuviera mi madre o no. Como supuse no estaba, tal vez se había quedado en la casa su nuevo acompañante. No me importó. Empaqué mis cosas, y me acosté a dormir, rogando que cuando me despertase mi madre aún no estuviera en casa. Dormí un poco preocupado por lo que pasaría, pero feliz, porque soñé con ella.
El sonido del despertador me asustó por la mañana, quería tirarlo al sueño con todas mis fuerzas porque no me dejaron imaginar como sería ella debajo de ese antifaz, pero me contuve. Me puse una remera blanca y una camisa roja encima, unos vaqueros, las zapatillas y bajé a la cocina. No había nadie, así que prendí la maquina para hacer café y hasta que estuviera fui a ver si mi madre estaba durmiendo. Efectivamente estaba en su cama, preferí no despertarla y hacerle una carta para no tener que darle falsas explicaciones.
Volvía a la cocina y me preparé unas tostadas, me serví el café y desayuné demasiado rápido, lo que hizo que me ahogara; tomé un vaso de agua y me sentí mejor, aunque aún sentía el café en mi nariz. Busqué un lápiz y papel para escribirle una nota a mi madre, me constó un poco pero las ideas vinieron al fin.

"Mamá:
Primero que nada disculpa por escribirte una carta y no decírtelo en persona, pero aún dormías y no quería despertarte. Ayer decidí volver a New York con papá, pensé que sería mejor hacer mis dos últimos años junto con mis compañeros. Mi papá me recibirá en el aeropuerto y me llevará a casa, te llamaré cuando llegue. Cuídate. Te quiero.

Taylor.

Dejé la carta en la mesa y me fui a buscar mis valijas, salí despacio de la casa intentando no hacer ningún ruido. Tomé un taxi y me fui al aeropuerto. El avión ya estaba allí, solo esperaba a algunos pasajeros. Me subí y pensé que esto era lo mejor, extrañaría a mi madre en un retorcido sentido, pero si me quedaba aquí las cosas entre nosotros no terminarían bien.
No queriendo pensar en ella, pensé en la bailarina, mi bailarina. Tal vez ella aún siguiera en la Academia Sineley, en ese caso la buscaría sin parar. Anunciaron que el avión ya había despegado, cerré mis ojos pensando en dormir un poco, pero cuando desperté, ya nos acercábamos a New York.
Al fin había llegado.


*One more time: es una canción de la cantante estadounidense Britney Spears, escrita y producida por Max Martin, e incluida en el año 1999 en el primer álbum de estudio de la cantante, ...Baby One More Time.


Autora: Prii.- (Abril)


Capitulo III "El viaje"

Tomé un baño rápido, y cuando salí ya no tenía energías para secarme el cabello, así que me tiré a la cama con la bata puesta y aún mojada; había hecho muchas cosas durante el día y me habían dejado agotada. A la mañana siguiente me despertó el ruido del despertador a las 5 a.m, pero cuando estiré mi mano a la mesa de noche para apagarlo, no estaba; me incorporé de golpe en la cama y traté de recordar donde lo había dejado, y fue cuando vi las valijas en el suelo -despistadamente lo había guardado la noche anterior-. Abrí la valija y lo apagué, rutinariamente me fui al baño, y como me había acostado con el cabello mojado, había amanecido con ondas, así que lo recogí en una coleta alta para que cayera en forma de cascada; me cepillé los dientes y me lavé la cara. Me saqué la bata y me puse la ropa que ya tenía preparada, guardé la bata y me fui a la cocina, me preparé unas tostadas y ya tenía jugo de naranja natural fresco.
Cuando terminé lavé las cosas, las sequé y las guardé rápidamente en la valija correspondiente. Llamé botones para que las llevara abajo, como yo llegué antes que él me apresuré a pedir un taxi; no esperé mucho hasta que llegó. Saludé al Sr. Gesfil desde la puerta y entré al asiento trasero mientras el conductor metía mis valijas en el porta equipaje.
-A dónde? -preguntó cuando subió.
-Al aeropuerto LAX por favor
-OK –contestó simplemente.
-Por suerte nos tocó un día sin tráfico -dijo Melody, mi otra personalidad.
-Si, es una suerte. El tráfico ayer estaba horrible -contestó el conductor
La cosa es esta, yo sufría de una enfermedad llamada TPM (Trastorno de Personalidad Múltiple) debido a acontecimientos pasados, mi mente creó otra personalidad que me ayudó cuando atravesaba ese problema. Lamentablemente aún no sabía que problema era ese. Cuando estábamos avanzando con mi psicólogo, me vine a L.A. Y así Melody se apoderó del ambiente hasta que llegamos al aeropuerto, no es que ella no me agrade, todo lo contrario. Era bastante alegre y amable, yo en cambio, era alegre, carismática y sociable, pero no con extraños como ella; y mi gran defecto: era un poco demasiado vanidosa y sínica.
En fin, cuando llegamos yo volví a tomar el control de mi cuerpo, y vi al chico bastante ilusionado, Melody debió haber sido más amable de lo que debería haber sido. Ambos bajamos del auto y esperé a que me diera mis valijas. Le pagué con un billete de 20 y me fui dándole les gracias, puedo decir que el tipo estaba desilusionado, tal vez pensó que le daría mi número o algo así. No me detuve en los negocios, fui directo a la plataforma donde aterrizaría mi vuelo. Pasaron 5 minutos y mi vuelo apareció en 1er lugar en el panel de vuelos puntualmente a las 6 a.m
Fui una de las primeras en subir, me acomodé en el asiento colocándome el cinturón y cerré los ojos, deseando que para cuando los abriera ya me encontrara en New York. La azafata anunció que el vuelvo había despegado perfectamente, entonces me di el lujo de relajarme; al principio pensé en dormir, pero luego sentí curiosidad.
-Quieres decirme que le dijiste al conductor? -Le pregunté a Melody en mi mente.
-Oh, nada especial. Solo que me parecía lindo y que si volví a L.A me gustaría salir con e
-Estás loca eh? -dije bromeando. Prefería reírme por eso a enojarme.
-Tal vez. En eso nos parecemos -dijo segura de si misma.
-Seguro que si.
Fue lo último que le dije, podía serlo a veces, pero o soportaría SUS locuras; eran peores que las mías, o en realidad, mas extrañas. Me desperté cuando faltaban 20 minutos para llegar, y por una extraña razón, me sentía nerviosa o ansiosa, y cuando me di cuenta, estaba chocando mis dedos nerviosamente contra el asiento. Como la señal de "permanecer en sus asientos" estaba apagada, me levanté y fui a buscar a la azafata.
-Que desea Srta? -me preguntó amablemente con una sonrisa. No se cansaban de ser tan amables y sonreía todo el tiempo?
-Un vaso de vodka por favor. -ella me miró de arriba a abajo sin ocultar su sonrisa burlona.
-Disculpa, pero solo servimos bebidas alcohólicas a mayores de 18 años
-Yo tengo 18 -dije rápidamente a la vez que sacaba un documento muy bien falsificado para ocasiones como estas, o para sacar un boleto en avión a N.Y. Era un día feriado, y las comisarías no estaban abiertas cuando encontré el documento en la calle. Busqué a su propietario por los lugares cercanos, pero fu en vano.
-Oh, está bien -dijo al momento que me entregaba el documento.- vaya a su asiento y en seguida le llevaré el vaso.
-Muchas gracias -dije antes de dar media vuelta e irme a mi asiento. En menos de 5 minutos ella me llevó la bebida.
-Aquí tiene Srta.
-Muchas gracias
-Se le ofrece algo más?
-No por ahora, gracias.
Ella se retiró y yo tomé el vodka de un solo trago -para tener 16 años, había experimentado bastante con el alcohol, pero nunca llegué en malas condiciones a mi casa- Los minutos restantes estuve tranquila en mi asiento, y cuando anunciaron que estábamos ya en N.Y una enorme sonrisa cruzó mi rostro. Pegué mi cara a la ventanilla y vi la Estatua de la Libertad, tan majestuosa como siempre; los millones de autos de color amarillo que gobernaban el tránsito...Al fin estaba de regreso.

Autora: Prii.- (Abril)

Capitulo II "Desición"

Salí de la tina un poco mareada, ya había tenido mucha relajación por el día de hoy; me puse la bata y una toalla en el cabello. Volví a mi habitación, me puse el pijama y me sequé pacientemente el cabello con el secador, lo hice en unos minutos y cuando terminé no me apetecía cenar, así que simplemente me acosté para dormir, esperando que mi subconsciente guardara ese doloroso pero dulce recuerdo.
A la mañana siguiente el despertador sonó -como de costumbre- a las 8 a.m, lo apagué y busqué en el armario algo para usar; elegí una remera deportiva blanca con el simbolo de Nike en color negro y sin mangas, una calza 3/4 negra y mis Nike blancas. Fui al baño y me dejé el cabello suelto, me cepillé los dientes, me lavé la cara y fui a desayunar. Busqué un tazón y puse yogurth y cereales -el yogurth en realidad no me gustaba, pero dado a que hoy debía dar clases era lo mejor que podía desayunar-. Lavé el tazón, la cuchara, tomé mi mochila y llave que estaban en el suelo y salí del departamento. Estaba de un humor increible -algo raro en mi- así que decidí bajar las escaleras en lugar de usar el ascensor. Las personas de los pisos más bajos me miraban sorprendidos de que alguien del 9no piso usara las escaleras, lamentaba decepcionarlos, pero yo no seguía exactamente los estándares de las personas normales. No me importó sus miradas en mí, de hecho, me gustaba, yo adoraba la atención -de acuerdo, yo era demasiado vanidosa, pero no necesariamente tenía que vivir con la atención. No era para tanto-.
Llegué a la planta baja y como siempre, allí estaba el Sr. Gesfil detrás de la recepción. Me dirigí a él para ver si me había llegado una carta, aunque no era probable.
-Buenos días Sr. Gesfil -dijé cuando estuve cerca de él.
-Oh, buenos días Tiffany, como te esta llendo hoy?
-Nada mal, pero espero que no haga tanto calor como ayer. Que me dice de su día?
-Atareado, muchos chicos y familias entrando y saliendo. Como hoy es el último día de vacaciones todos ya comienzan a irse.
-Si, tiene razón.
-Y tu te quedas o irás a ver a tus padres?
-La verdad no lo se, preferiría quedarme pero...deben estar preocupados
-Por que deberían? Eres una chica muy responsable para tu edad.
-Eso creo, pero ellos no sabes que yo estoy aquí.
-A no? -preguntó calmadamente.
-Verá ud. -le dije mientras me acomodaba en una silla alta para estar a su altura y contarle parte de la historia- yo estudiaba en un colegio en New York, pero ese colegio no esta hecho para mi, por lo que tuve unas discusiones y cuando terminé 9no año* me vine a L.A
-Y qué pasó con 1er año?
-Lo cursé aquí, me fue muy bien de hecho, pero nose...siento que debo volver, no por mis padres, sino por mis hermanos. Como mis padres siempre estaban trabajando ellos eran los que se encargaban de mi.
-Y también por mis amigos y el chico del baile -Agregué en mi mente.
-Ya veo. Pues, en mi opinión deberías regresar, como dijiste por tus hermanos.
-Si, tiene toda la razón. Estoy segura que debo volver. Despues de todo, las cosas no suceden porque si.
-Así es -dijo dándome la razón.
-Gracias por escucharme Sr. Gesfil me ayudó mucho -dije mientras bajaba de la silla.
-No hay problema Tiffany, que tengas un buen día.
-Usted también.
Le salude con la mano mientras salía por las puertas dobles hacía el caluroso exterior. Mientras caminaba pensé en lo que me había dicho el Sr. Gesfil, yo quería volver, pero si volvía debía obedecer las tontas reglas de mis padres, debería volver a Sineley, y yo no quería hacerlo. Pero por el otro lado, yo quería ver a mis hermanos, a mis amigos, y también...quería volver a verlo a él. Recapacité todo dos veces más, hasta que me decidí. Volvería a New York. Ahora, con más ánimo que antes, caminé hacia el estudio de danzas donde daba clases tres días a la semana, me pagaban bastante bien, con lo que pude alquilar el departamento. Di la clase de siempre a mis alumnos, me divertía bailando con ellos, y puedo decir que ellos también se divertían, durante todo el año nos habíamos hecho muy buenos amigos, y lo extrañaría. Terminé las clases y fui a hablar con Josephine -la directora- para informarle que renunciaba y que volvía a mi ciudad, con la excusa de que ya no había tantos alumnos por lo que las clases comenzaban y que mi familia me había pedido que vuelva. Ella me dijo que no había problema, que podía volver cuando quisiera y siempre me recibirían con las puertas abiertas; me pagó el cheque deseé mes aunque yo le dije que no era necesario, y me deseó suerte. A medida que pasaba el día me sentía mejor y mejor, así que me de con el gusto de romper mi estricta dieta de bailarina y comprarme un delicioso helado de dulce de leche con nuez.
Volví al hotel en un taxi -mi ánimo podía estar exelente, pero mis energías ya se estaban agotando como para volver a las 6 p.m caminando- está vez había un poco menos de movimiento. Subí a mi piso, esta vez en el ascensor. Cuando llegué vi a mis vecinos salir de su departamento con sus valijas, los hijos más pequeños fueron a abrazarme y me dijeron adiós, todos ellos habían sido muy amables conmigo durante su estadía aquí, y les dije adiós con mucho cariño y cierta tristeza. Entré a mi departamento, solo como siempre, aunque eso no molestaba. Me saqué la ropa sudada y la puse a lavar. Busqué un vestido sencillo en mi armario y comencé las tareas. Planché la ropa arrugada que había quedado en la mochila el día anterior y la guardé junto con la otra ropa. Mientras lo demás se lavaba y secaba yo me dispuse a guardar todo en las valijas, las saqué de debajo de mi cama y comencé a acomodar: en la primera guardé toda la ropa -dejando espacio para lo que tenía que terminar de lavarse-; en la segunda mis zapatos, sandalias y zapatillas; en la tercera mis accesorios y perfumes; y en la última la poco utilería de la cocina y mi habitación. Todo entró perfectamente. Planché las últimas prendas y dejé colgadas para usarlas el día siguiente.
Para cuando terminé ya eran las 9 p.m, así que decidí llamar a la persona con la cual no había hablado durante un año. Marque el número que solo lo había guardado para una emergencia y que ya casi no recordaba. Sonó dos veces y la voz familiar contestó del otro lado con aires de grandeza
-Taylor Delimit ¿En que puedo ayudarle?
-En nada por ahora, estoy bien -le contesté fríamente. Hubo un silencio que se apoderó de la otra línea.
-Tiffany, ¿eres tu?-La que viste y calza -una frase típica de mi que me había enseñado mi tía- ¿Como estas?
-Bien pero... ¿Cómo estas tu? Hace años que no sabemos nada de ti -dijo con cierto matiz de enojo, preocupación y ¿alegría?
-Solo fue año Taylor -me desde los 14 me había acostumbrado a llamarlo por su nombre- y además les envié cartas todos los meses hasta éste último.
-Como podíamos saber que eras tu? -dijo con ironía- USA esa muy grande y la Compañía muy conocida -había acertado-
-De acuerdo, te doy la razón en eso. Pero no es por eso que te llamo.
-¿Donde estás? ¿Necesitas dinero? -Me interrumpió. Odiaba cuando me hacían eso.
-No importa donde estoy, y tampoco necesito tu dinero. Solo llamaba para decirte que mañana volveré a New York, ¿siguen viviendo en la 5ta Avenida?
-Si pero... -no dejé que terminara.
-perfecto. Entonces mañana estaré allí. Es un vuelo sin escalas así que llegaré posiblemente a las...8 a.m o un poco más. Adiós.
Y luego de la despedida, corté. No quería más preguntas ni hablar con el.


*9no año: Como nose la forma que cursan los estudiantes en USA puse como los clasifican aquí en Argentina.


Autora: Prii.- (Abril)

domingo, 17 de enero de 2010

Capitulo I "El sueño"

Tiffany POV

Eran las 8 p.m cuando me encontraba camino a mi departamente, había sido un día cauroso hoy en Los Ángeles y sumado con el ejercicio en el gimnacio, lo único que quería era sumergirme en la tina. La planta baja estaba vacía, ya que era el penúltimo día de vacaciones y pronto comenzarían las clases; solo estaba el Sr. Gesfil dentrás de la recepción con una revista en mano, lo saludé con una sonrisa amable y un movimiento de manos, él hizo lo mismo.
Me dirigí a los asensores ya que no me apetecía subir las escaleras hasta el 9no piso. Busqué mis llaves y abrí la puerta, la cerré detrás de mi al mismo tiempo que tiraba la mochila y las llaves en el suelo -no tenía que ponerle traba ya que solo se podía abrir de adentro-. Fui al baño y abrí la llave del agua caliente, luego la fría para que se entibiara, dejé que se llenara kientras iba a mi habitación para quitarme la ropa del gimnacio y tomar mi bata; volví al baño y cerré las llaves, me quité la bata y entré a la tina. El agua estaba hermosa, era justo lo que mi cuerpo necesitaba; cerré mis ojos y dejé que el agua relajara mis músculos.
Cuando abrí mis ojos no estaba en el baño de mi departamento, estaba en el pasillo de la Academia Sineley junto con mis hermanos Tom y Scott; sus amigos Brandon y Mason; y mis amigas Dana y Terry. Tidos estabamos vestidos para una fiesta de sifraces, Tom, Brandon y Mason estaban vestidos de los tres mosqueteros; Scott iba vestido de pirata; Dana estaba disfrazada de Elektra*; Terry de Minnie; y yo de bailarina de los años '70 con un antifaz plateado. Todos los demás chicos ya entraban al salón, y nosotros los imitamos. Pasaron unas horas -al menos en mi sueño- y las canciones lentas comenzaron a sonar; no eran de mis preferidas así que salí a tomar aire fresco. En eso, un chico apareció a unos pasos de mi; era alto, tenía el cabello castaño y lacio hasta el cuello, y sus ojos verde esmeralda sobresaltaban debajo de su antifaz. Dio tres pasos al frente y yo di uno atrás, levantó ambas manos en señal de que no me haría nada malo, luego bajó una y estiró la otra hacia a mí -claramente invitándome a bailar.
-Oh no, yo no bailo lentos -dije una vez que hube entendido el mensaje. Realmente si quería bailar con el, pero el recuerdo de mi ex aún seguía presente.
--por favor -dijo con una voz varonil pero al mismo tiempo dulce. -Tardé unos segundos en reaccionar.
-Eh...está...bien -dije entrecortadamente- pero solo esta.
El sonrió victoriosamente y tomo mi mano despacio, haciéndome girar por debajo de mi brazo derecho para acercarme más a su cuerpo. La música cambió de repente, dejando "Tonight is the night"-unas de mis favoritas pero solo para escuchar-, puso su mano derecha en mi cintura y dejó su mano izquierda con la mía, y luego comenzamos a balancearnos de izquierda a derecha. Poco a poco comenzamos a dar vueltas por el espacio libre y de vez en cuando me hacía girar tan suavemente que parecía que estauviéramos flotando. Y así estuvimos por unos minutos, con las luces que decoraban los árboles y algunos banquitos iluminándonos, hasta que la canción acabó. El hizo ademán de seguir bailando la canción que comenzaba, pero recordó que yo solo le había concedido una sola pieza y me llevó a unos de los bancos.
-Me dirás tu nombre? -le pregunté mientras llevaba mi mano a su antifaz. El se dio cuenta y tomó mi muñeca suavmente y la acarició. Luego me miró y negó con la cabeza- De acuerdo, pero sabes quien soy? -Nuevamente negó. Yo bufé molesta- Ok, enctonces...yo tampoco te diré quien soy -a él no le molestó, solo se encogió de hombros con una sonrisa en sus hermosos labios-
Nos quedamos mirando por unos minutos hasta que el soltó mi mano y alzó la suya para acaricir suvemente mis pómulos. Luego de unos segundos tomó mi barbilla y la fue acercando lentamente a su rostro -debo admitir que ese momento es, dependiendo de la persona, mejor que el beso mismo-; lo único que mi cerebro fue capaz de hacer fue ordenarme cerrar los ojos y djarme llevar., porque ¡Demonios! Yo quería que me besara. Y en cuento menos me di cuenta, sus labios rozaban los míos dulcemente, y ellos le dieron paso para que comenzaran a moverse cincronizadamente. Fue como si hubieramos estado hechos el uno para el otro, como si ya hubieramos vivido todo aquello, pero un beso así no lo olvidaría jámas. El momento fue mágico, fue -aunque ya lo había tenido- como mi primer beso, sentía ese dulce cosquileo en mi estómago y no quería separarme de el.
Pero con la suerte con yo tenía, algo tnía que ocurrir. Un trueno iluminó el oscuro cielo y la lluvia comenzó a caer, haciendo que las luces en los árbolesy bancos se apagaran. El se alegó unos centímetros de mí y bufó -también él estaba molesto- y podría jurar que oí un "maldición" de su boca. Tomó mi mano y me levantó del baco, se inclinó un poco y cruzó su mano por mis piernas y me llevó como si fuera un bebé hasta el salón. También adentro las luces estaban apagadas, ecepto 2 que eran a batería.
-Seguirás sin decirme tu nombre? -le pregunté por última vez. Nuevamente y con su encantadora sonrisa, negó- Está bien, no insistiré más. Pero ayúdame a bsucar a mis amigos, si?
Esta vez el asintió y me comenzó a guiar abriendo paso para nosotros entre los demás alumnos. Luego de un par de vueltas vi a Scott, y fui yo la que guió ahora hasta llegar a mi amigo.
-Scott! -Grité para que el se diera vuelta y me viera. Cuando lo hizo corrió hascia a mí.
-Hermanita -dijo mientras pellizcaba despacio mi mejilla. Y solo lo hizo porque vio que yo estaba con mi acompañante misterioso. Quité su mano de mi rostro lo más suavemente posible, pero yo no me destacaba por mi sutilieza-
-Que pasó? -le pregunté.
-No lo se, con la torenta que se estña por venir los cables se cortaron. Tal vez estemos un rato aquí hasta que la luz vuelva y nos enviarán a casa.
-Y nos tendrémos que quedar aquí hasta que eso pase? -Pregunté de mala gana.
-No si tu no quieres -Adoraba a Scott porque siempre me daba con el gusto.
-Perfecto -dije un pcoo más alegre ahora.
Me giré àra ver a mi acompañante, pero él ya no estaba. No había sentido cuando safó su mano de la mía, y en su lugar solo había una nota ¿Que tan rápido escribía? Por la caligrafía corrida pude ver que bastante rápido; ésta decía:
"Gracias por haberme concedido esa pieza, no olvidaré esa canción, ni mucho menosa ti. Bailas exelente. Espero poder bailar contigo nuevamente. Y no te preocupes, la próxima vez sabrás quien soy, y yo, quien eres tú."
En ese momento desperté y me ecnontré en mi tina, en la realidad. Solo había dido un sueño, o más bien un recuerdo. Un hermoso y triste recuerdo...

* Elektra: Elektra es una película de acción del año 2005, dirigida por Rob Bowman. Está basada en un personaje de la película Daredevil (2003). El personaje central es Elektra Natchios (Marvel Comics) representado por la actriz Jennifer Garner.


Autora: Prii.- (Abril)

Prefacio

Había esperado un año entero para saber quien era, y ahora que tenía la oportunidad no quería saberlo. Tenía miedo, pero solo porque yo ya sabía quien era y no quería que fuera él ¿Que debía hacer? Aceptar la realidad, o continuar viviendo en mi fantasia?

Sinopsis de Disfrazados por el Amor

Melody Delimit, una chica de 16 años, había decidido dejar Los Ángeles para volver a su colegio en New York. No por sus padres, sino por sus hermanos y sus amigos, y por sobre todo, para buscarlo a él; un chico con el que había compartido un baile y un beso, pero que nunca había desaparecido de su mente.
Taylor Tenison, un chico de 17 años, estaba dispuesto a dejar Londres para volver a New York y buscar a su amor, a la chica que había perdido en un baile solo por hacer que el momento sea más romantico.
Ahora el destino los ha vuelto a unir inevitablemente, pero ninguna de ellos saben que el otro es el amor de aquel baile. ¿Se sabrá al final la verdad? ¿Podrán ellos estar juntos? Despues de todo, LAS COSAS NO SUCEDEN PORQUE SI.